Federación Internacional de Periodistas (FIP)

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La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) pertenece a la Federación Internacional de Periodistas (FIP) que es la mayor organización mundial de periodistas. Fue fundada en 1926, recibió un nuevo impulso en 1946 y adquirió su forma actual en 1952. En este momento, representa a unos 600.000 periodistas de más de un centenar de países repartidos por todo el mundo y su sede central está en Bruselas.
 
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) mantiene desde 1954 una declaración internacional que puntualiza los deberes esenciales de los periodistas en la búsqueda, la transmisión, la difusión y el comentario de las noticias y de la información, así como en la descripción de los sucesos. Esta declaración recoge lo siguientes puntos:
 
1. Respetar la verdad y el derecho que tiene el público a conocerla constituye el deber primordial del periodista.
 
2. De acuerdo con este deber, el periodista defenderá, en toda ocasión, el doble principio de la libertad de investigar y de publicar con honestidad la información, la libertad del comentario y de la crítica, así como el derecho a comentar equitativamente y a criticar con lealtad.
 
3. El periodista no informará sino sobre hechos de los cuales él/ella conoce el origen, no suprimirá informaciones esenciales y no falsificará documentos.
 
4. El periodista no recurrirá sino a medidos equitativos para conseguir informaciones, fotografías y documentos.
 
5. El periodista se esforzará -con todos los medios- por rectificar cualquier información publicada y revelada inexacta y perjudicial.
 
6. El periodista guardará el secreto profesional acerca de la fuente de las informaciones obtenidas confidencialmente.
 
7. El periodista se cuidará de los riesgos de una discriminación propagada por los medios de comunicación y hará lo posible para evitar que se facilite tal discriminación, fundamentada especialmente en la raza, el sexo, la moral sexual, la lengua, la religión, las opiniones políticas y demás, así como el origen nacional o social.
 
8. El periodista considerará como faltas profesionales graves: el plagio; la distorsión mal intencionada; la calumnia, la maledicencia, la difamación, las acusaciones sin fundamento; la aceptación de alguna gratificación a consecuencia de la publicación de una información o de su supresión.
 
9. Todo periodista digno de llamarse tal se impone el deber de cumplir estrictamente con los principios enunciados arriba. En el marco del derecho vigente en cada país, el periodista sólo aceptará, en materia profesional la jurisdicción de sus iguales, excluyendo cualquier injerencia gubernamental o de otro tipo.