Debe ser cesado por su escasa profesionalidad y alto grado de politización de los informativos, que alejan a Canal Sur del periodismo y el servicio público que se le debe exigir

La emisión el pasado viernes de una entrevista con el presidente de la Comunidad Autónoma de Ceuta en el informativo de la noche es el último y significativo episodio de la etapa de escasa profesionalidad y elevada politización en que Canal Sur se está viendo envuelto desde la llegada hace mes y medio de Álvaro Zancajo a la dirección de informativos de la cadena y que pone en riesgo su credibilidad. Sobran entrevistas a políticos y falta mayor información sobre la vida cotidiana de la población andaluza. Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) entendemos las dificultades para trabajar en las actuales circunstancias pero no es admisible el cariz que está tomando la cadena desde que se produjo  el cambio en la dirección de informativos.

Ceuta, Madrid y el “periodismo”

En mitad del informativo de la noche del viernes 27 de marzo, la cadena entrevista durante ocho minutos al presidente de Ceuta, Juan Antonio Vivas, porque tiene ya su primer fallecido por COVID-19. “Dicen que muchos inmigrantes se han ido de Ceuta incluso nadando”, le pregunta la presentadora Mariló Montero al presidente ceutí, – “No tengo noticia de eso”, replica Juan Antonio Vivas.

“Yo aquí he venido a hacer periodismo”, les dijo Carmen Torres, la nueva delegada en Madrid, nombrada por Zancajo, al equipo de periodistas que llevan tres décadas en Canal Sur, donde entraron por oposición. A los pocos días lo demostró. Colocó una entrevista en mitad del informativo con José Luis Martínez Almeida, el alcalde de Madrid. ¿Hemos de esperar próximas entrevistas a Colau, Torra o Urkullu? ¿Es que faltan protagonistas en Andalucía para buscarlos fuera?

La desdibujada frontera entre información y opinión

Este es el tono de los informativos de la cadena desde que llegara a la dirección Álvaro Zancajo. Es lamentable que se empiecen los informativos, como ha ocurrido, con una entrevista a un portavoz parlamentario que poco o nada aporta, en detrimento de expertos que analicen lo que pasa. De manera que a veces más bien parece un programa de propaganda tasada, como en campaña electoral. Coincidimos en esto con los compañeros y compañeras de otros sindicatos, y entendemos que si no se corrige el rumbo Canal Sur va camino de ser el nuevo Canal Nou, de triste final. Tampoco se entiende cómo en medio del informativo se meten periodistas de otros medios a opinar, desdibujando así la frontera entre información y opinión.

En este contexto es muy de agradecer el trabajo informativo, sosegado y profesional que cada día sacan adelante las y los trabajadores de la casa en una situación tan difícil como la actual, en una Comunidad como Andalucía, con ocho provincias y casi 800 municipios. Lo hacen con incontables dificultades, riesgo y estrés, aunque muchas veces pase casi desapercibido para la audiencia porque con demasiada frecuencia se caen piezas o se entra tarde y a destiempo, cuando la audiencia ya ha cambiado de canal.

Cuando falta el equilibrio necesario

Canal Sur debe dar las ruedas de prensa del Gobierno andaluz, así lo hace y así debe ser, pero adolece del necesario equilibrio que debe exigirse a una cadena pública, como ocurrió el pasado jueves. El Gobierno de la nación daba una rueda de prensa sobre el estado de la situación y anunciaba nuevas medidas. Hablaba la máxima autoridad de un país en estado de alarma. Lo normal, lo periodístico, lo profesional, hubiera sido emitirla en directo, la señal ya viene dada, como hicieron todas las cadenas nacionales. Pero “la Nuestra” mientras tanto emitía Andalucía Directo y una reposición de Andaluces por el Mundo. ¿Servicio público? ¿Periodismo?

Sin Consejo Profesional

En la tesitura actual nos vemos desde el SPA  obligados a denunciar una situación que corresponde al Consejo Profesional. Un consejo inexistente a la espera de una reforma legal que el actual consejo de administración no ha llevado a cabo en un año que lleva constituido y que el anterior consejo, de la etapa de Gobierno socialista, tampoco quiso abordar durante cuatro años. Desde el SPA contemplamos con desánimo cómo paulatinamente se debilita el flanco profesional de la Radio Televisión de Andalucía, que entra en procelosos caminos que sólo conducen al desprestigio de la empresa pública.

Mercancía averiada

A mediados de febrero pasado la dirección de Canal Sur cesaba al director de informativos, Javier Domínguez, al que había nombrado seis meses antes, para fichar a Álvaro Zancajo, que venía de TVE, donde según denunció el Consejo de Informativos dio instrucciones para que no se cubriera una rueda de prensa de los familiares de los fallecidos en el Yak-42. Ahora, en el comienzo de su nueva etapa en Canal Sur empieza a evidenciar más de lo mismo.

El cese de Javier Domínguez, un periodista de la casa con acreditada trayectoria profesional y su sustitución por Zancajo es una de las decisiones más incomprensibles de la nueva dirección de la cadena pública andaluza. Tanto Juan de Dios Mellado en la dirección general como Rafael Porras en el  Consejo de Administración fueron nombrados con el voto unánime de todos los grupos políticos, en un acuerdo escaso hoy día en política y un aval impagable para su independencia. Fueron en general bien recibidos por la plantilla, que vio en ellos una oportunidad de cambio y modernización de la cadena, tantas veces postergada por los dirigentes de la etapa anterior. Pero se ha optado por la Operación Zancajo, que amenaza con arrastrar a la RTVA al desprestigio y la irrelevancia. Por ello, ante este nuevo mal estilo de hacer periodismo, desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía entendemos que Álvaro Zancajo debe ser cesado.