Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) manifestamos nuestra solidaridad con los trabajadores de la Radio televisión Valenciana y nuestro más rotundo rechazo al ERE anunciado por la corporación, que dejará en la calle a un millar de profesionales. Un ERE por el que una vez más, la parte más débil, los trabajadores, pagarán los platos rotos de los excesos gestión de sus directivos y de su dependencia del poder político, que la ha alejado de su función de servicio público. Circunstancias ambas que han arrastrado a la empresa a una situación de grave desequilibrio patrimonial (con una deuda de 1.257 millones de euros) y a un descrédito social que se ha traducido en bajos índices de audiencia.

Tras el cierre de Radio Televisión Mallorca -ejemplo de independencia del poder político y de buena gestión económica- y las amenazas y recortes presupuestarios que están sufriendo otras radios y televisiones autonómicas, ahora llega el anuncio del ERE a Canal 9, que dejará el próximo verano en el paro a un millar de sus 1.600 trabajadores y reducirá la RTVV a la mínima expresión. Esta es la solución del gobierno valenciano tras años de nefasta gestión económica (falta de transparencia en la contratación y pagos millonarios por acontecimientos deportivos, sociales o religiosos) y una dependencia del poder político que le ha hecho perder toda credibilidad ante la sociedad valenciana, lo que ha hundido los ingresos comerciales por publicidad, agravando aún más su situación. Todo ello en medio de una amplia campaña de descrédito de los medios de comunicación públicos, auspiciada desde intereses políticos y económicos, que no ven en la información nada más allá de un instrumento político o una mercancía.

Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía y la Sección sindical del SPA en Canal Sur apostamos por las radiotelevisiones públicas, como garantes necesarios del derecho a la información de los ciudadanos en una sociedad democrática. Sobre todo en España, donde más del 70 por ciento de canales y audiencias está controlado por capital extranjero. Creemos que es necesario más que nunca apostar por medios de comunicación públicos independientes políticamente, bien gestionados y al servicio de los ciudadanos, con un contrato programa plurianual que garantice su viabilidad. Para ello es necesario promover y potenciar medios de control democrático, como los consejos de redacción y los consejos audiovisuales. Se da la circunstancia de que España sigue siendo el único país europeo que carece de un consejo audiovisual estatal. Lamentamos en este sentido que no se haya llegado a poner en marcha el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, que a fecha de hoy tiene futuro incierto.

Desde el SPA emplazamos a los responsables políticos andaluces y al consejo de administración de la RTVA a promover un pacto que garantice la viabilidad de Canal Sur con la dimensión suficiente para garantizar su función de servicio público esencial al servicio de los andaluces, y a que lo recojan fielmente así los partidos en sus programas ante la próxima campaña para elecciones autonómicas.