El mar de precariedad del audiovisual andaluz

El mar de precariedad del audiovisual andaluz

  • La demanda de nulidad de una reportera embarazada contra la productora del programa Andalucía Directo de Canal Sur es la punta del iceberg de la precariedad en la que vive el sector audiovisual en Andalucía

La demanda por despido nulo de Carolina Cambrils, reportera de Andalucía Directo contra su empresa, Andalucía Digital Multimedia ha vuelto a traer a la actualidad la grave situación de precariedad que vive el sector de las productoras audiovisuales en Andalucía. Un estado, agravado por la crisis, que desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) venimos denunciando desde hace años, y  que ya en 2009 motivó una huelga de los trabajadores y trabajadoras de Andalucía Directo y protestas vistiendo de negro en los directos.

El caso de Carolina Cambrils creemos que es de libro. No se puede tener a una trabajadora dos años con contratos por obra de tres meses encadenados para programas que no son temporales. Andalucía Directo lleva en antena desde enero de 1998 de manera ininterrumpida. Desde el SPA apoyaremos cuantas acciones sean necesarias para la estabilidad laboral de Carolina, que debería ser fija en la empresa. Más allá de las circunstancias que rodean la ruptura de su relación laboral, que a la espera de lo que digan los jueces, tiene la apariencia de un despido nulo objetivo, atendiendo a su protección en todo momento por estar en estado de gestación, algo que no puede pasarse por alto.

Precariedad sectorial

Y es que la austeridad a la que se está viendo sometida la RTVA en los últimos años (pese a la existencia de un contrato programa, que es insuficiente) está repercutiendo de forma severa en las productoras audiovisuales, cuyo principal motor es la empresa pública. La precariedad y la temporalidad han ido en aumento en el sector, a medida que el principal ‘cliente’, Canal Sur, ha ido reduciendo presupuesto y necesidades de programación, sobre todo tras el cierre en 2012 de Canal Sur 2.

De las productoras audiovisuales andaluzas dependen 2.000 empleos. Un sector con baja afiliación sindical plagado de irregularidades, en el que son habituales las jornadas de trabajo muy superiores a las 35 que marca el convenio, salarios a la baja, alta temporalidad (un gran número de trabajadores renuevan su contrato de tres en tres meses), horarios variables de un día para otro, interrupción de la relación laboral durante las vacaciones o subcontratación de tareas subcontratadas, entre otras muchas anomalías y prácticas poco edificantes.

Tanto en el caso de Carolina Cambrils y la productora de Andalucía Directo, Andalucía Digital Multimedia, (empresa participada por Canal Sur y por la Junta de Andalucía) como en el resto de productoras que trabajan para Canal Sur, reclamamos que la empresa pública se implique en erradicar todas estas irregularidades y malas prácticas. Además de su obligación como empresa contratante, es su compromiso con la responsabilidad social y el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Ahora que está a punto de extinguirse el contrato programa de la Radio Televisión de Andalucía, es necesario que el Parlamento andaluz aborde la situación del sector, falto de financiación suficiente a todos los niveles. También se requiere un gran pacto que garantice los derechos de usuarios y trabajadores, así como el cumplimiento de los objetivos de promoción del empleo estable aprobados en la Mesa de Ordenación e Impulso del Sector Audiovisual de Andalucía (POISA) en 2014.

 La comisión permanente del comité intercentros de Canal Sur ha mostrado su rechazo al despido de Carolina Cambrils y exige que la dirección de la RTVA y CSRTV se implique en la solución de este conflicto.

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