El SPA llama a la responsabilidad a la hora de informar sobre personas refugiadas

El SPA llama a la responsabilidad a la hora de informar sobre personas refugiadas

El Sindicato de Periodistas de Andalucía apela a medios y profesionales de la comunicación en el tratamiento de la información sobre refugiados, migrantes y minorías étnicas para no contribuir al discurso del odio

Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) hacemos, en el día de hoy, Día Mundial del Refugiado proclamado por ACNUR, un llamamiento a los medios de comunicación, periodistas y profesionales de la comunicación en general, a mantener un actitud responsable para no contribuir al discurso del odio que de manera alarmante se está extendiendo en amplios sectores de la sociedad europea. Apelamos a la ética y al buen periodismo, veraz, riguroso y comprometido con los derechos humanos, recordando que detrás de esos 65 millones de desplazados hay 65 millones de historias con un punto en común: todos necesitan nuestra ayuda.

Este año conmemoramos el 20 de junio con cifras récord de desplazamientos en todo el mundo, con más de 65 millones de personas desplazadas, víctimas de guerras y conflictos armados, amenazadas por su religión, o su orientación sexual, huyendo de la mutilación genital, o en otros casos víctimas de traficantes o esclavos sexuales. Una crisis humanitaria que se produce en un contexto europeo de aumento de la xenofobia y el racismo, el auge de partidos de extrema derecha y la extensión del discurso del odio, que contemplamos cómo se va colando poco a poco en los medios de comunicación. En unos casos de forma intencionada y en otros por desidia o por desconocimiento del impacto que determinados mensajes pueden tener en la sociedad.

El uso de términos como “avalancha de pateras”, “invasión”, “ilegales”, forman parte de un lenguaje bélico que los criminaliza y contribuye a crear poco a poco un imaginario colectivo hostil, caldo de cultivo para actitudes y comportamientos racistas y xenófobos.
Es preciso hablar de personas migrantes y refugiadas, de gente que viene de otros países y que necesita ayuda y no de un problema social. Los responsables de los medios de comunicación tienen a su alcance libros de estilo, manuales y recomendaciones de cómo informar sobre migración y refugio. Materiales que se deben usar y actualizar para evitar hablar de razas y nacionalidades sin aportar información. Corresponde a los medios y a sus profesionales un papel de sensibilización y responsabilidad ante lo que constituye, como señala ACNUR, la mayor crisis humanitaria desde la II Guerra Mundial.

A diario podemos constatar en los medios:
– El empleo de estereotipos, que presentan a migrantes y refugiados como gente problemática o que tiene dificultades, sin analizar la causa o el contexto en el que los problemas se producen.
– Muy pocas veces la fuente informativa son ellos y ellas. A pesar de ser estas personas las protagonistas, no suelen ser consideradas fuentes fidedignas ni creíbles.
– Se les presenta con frecuencia como una amenaza (avalancha, invasión, etc).
– Se ignoran, infravaloran o narran como una excepción sus acciones positivas.
– Las autoridades e instituciones se asoman a los medios con actitudes paternalistas.
– Los casos de xenofobia o racismo no se presentan como una característica concreta de un grupo social, sino como una “respuesta” a las demandas de grupos minoritarios.

Por ello, desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía queremos recordar a los profesionales (y a la ciudadanía de exigie) el deber ético de:
– La utilización de fuentes informativas sólidas y ecuánimes, contrastar la información institucional, potenciar las propias de las minorías étnicas y cuidar la información de los países de origen.
– Evitar las generalizaciones, el dramatismo y la simplificación, huyendo de la elaboración de informaciones negativas y sensacionalistas.
– Considerar la importancia de la sección o el lugar de las escaleta en la que se se colocan las informaciones.
– Periodistas y comunicadores debemos adoptar una postura, aunque sometida a moderado control profesional, a favor de una perspectiva multicultural enriquecedora y beneficiosa para el trabajo en sociedad.
– Administrar con tacto el léxico, una persona nunca es ilegal, hay que evitar emplear los términos avalancha u oleada, y no usar nunca “sufrir” o “soportar”.
– Dar en las informaciones una cifra exacta o lo más aproximada posible de personas afectadas.
– No eludir contar la inmigración y el refugio en toda su intensidad dramática y con escrupuloso respeto a la dignidad de las personas migrantes y refugiadas, sin trivializar sus problemas.
– Equilibrio entre respetar la intimidad e informar de algo.
– Es indispensable utilizar datos de fuentes fiables, que apoyen el contexto de la historia, fotografías que humanicen la noticia o visualizaciones como infografías que completen el mensaje.
– No confundir refugiados con migrantes, aunque con frecuencia son lo mismo. Utilizar el término refugiado sólo cuando la noticia de verdad lo exige, ni emplear los términos de raza, color o religión de la persona o grupos de personas que protagonizan la información si no tienen relevancia informativa.
– No mezclar terrorismo islámico y refugiados.
– Evitar los estereotipos y la generalización, que se suelen basar en prejuicios fundamentados en la discriminación. A veces se utiliza la clasificación por nacionalidades, etnias o cultura de la persona que ha cometido hechos delictivos, lo que puede derivar en estereotipos nacionales o culturales.
– Hacer una correcta utilización del material gráfico, hay que tener prudencia en la selección y el tratamiento de las imágenes, pues cumplen muchas veces una función informativa, analítica y editorial. Es preciso respetar las normas sobre protección al menor y el derecho al honor, la intimidad personal y la propia imagen. En el caso de los menores de edad, serán los tutores legales los encargados de autorizar la utilización de su imagen.

En el panorama actual, en un contexto europeo particularmente preocupante de deshumanización, desempatización con la vida y los derechos, el auge de la islamofobia y los discursos xenófobos, la mercantilización de la información periodística y la proliferación de las noticias falsas corresponde a los medios de comunicación y a sus profesionales la responsabilidad de impulsar un periodismo ético contra el racismo y la xenofobia. Sólo una ciudadanía bien informada evitará que los discursos de odio calen, no se dejará manipular fácilmente y tendrá datos reales sobre las personas afectadas por la migración y el refugio.

Andalucía, 20 de junio de 2018. Día del Refugiado.

NOTA: esta nota ha sido elaborada siguiendo las recomendaciones y criterios del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Andalucía Acoge, #inmigracionalismos, Libro de Estilo de Canal Sur, Onda Local de Andalucía y Colegio de Periodistas de Cataluña.