Ante la proliferación de debates en los medios de comunicación andaluces con vistas a las próximas elecciones municipales, y, en particular, la propuesta de debate en Giralda Televisión el próximo día 15, en el que se deja fuera a la representante del Partido Andalucista, el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) quiere hacer pública su preocupación por la imposición cada vez más extendida de criterios políticos sobre los periodísticos en el tratamiento electoral.

La utilización de la representatividad política como único criterio a la hora del tratamiento de la información electoral, cerrando el paso a las propuestas de las pequeñas formaciones en unos casos y a otras con larga tradición y peso histórico, constituye un paso atrás en la defensa del pluralismo político y el debate de ideas que debe regir toda sociedad democrática. Al igual que las ruedas de prensa sin preguntas, las declaraciones e imágenes de actos ya seleccionadas por los propios partidos que se envían a los medios, todo ello forma parte de un panorama preocupante, en el que los profesionales de la información estamos perdiendo capacidad de decisión sobre la realidad informativa. El resultado es un deterioro de la calidad de la información cuyos principales perjudicados son los ciudadanos.

Las cuotas de representatividad partidaria que impone la nueva ley electoral para el tratamiento de la información electoral durante las campañas constituyen un atentado a los criterios profesionales que deben regir la actividad periodística. Sobre ellas habrá de pronunciarse el Tribunal Constitucional. Sin embargo, al margen de las campañas electorales, los debates deben estar regidos sólo por criterios informativos y por el interés general de la ciudadanía, en ningún caso por cuota alguna.

Ante todo ello, el Sindicato de Periodistas de Andalucía hace un llamamiento a los profesionales de la comunicación para que hagan prevalecer sus criterios, de pluralismo, interés general y profesionalidad, por encima de cualquier imposición que tenga que ver con cuotas ni tiempos cronometrados. Los profesionales del periodismo debemos reclamar nuestro papel de transmisores de la información veraz, contrastada y relevante y de calidad cuya auténtica propietaria es la ciudadanía y también el de promotores del pluralismo, el intercambio y la confrontación de ideas, sin limitaciones ni imposiciones. Y ese mismo criterio es el que ha de presidir también los debates, incluidos los que tienen que ver con la información política.