En un email dirigido ayer a Reuter y otras agencias y medios, el director de la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel, Oren Helman, advierte a corresponsales y jefes de redacción de los medios extranjeros con presencia en Israel sobre las consecuencias que les entrañara embarcar en la denominada “Flotilla de la Libertad” que pretende llegar con ayuda humanitaria a Gaza.

La flotilla zarpará esta semana desde Grecia y como es natural son muchos los informadores que pretenden cubrir esta información desde los barcos que la integran.

El responsable israelí “implora” a la prensa que “evite tomar parte en este acto provocativo y peligroso, cuyo propósito es socavar el derecho de Israel a defenderse y violar a sabiendas la ley israelí”.

Agrega: “Me gustaría dejarles claro a ustedes y a los medios que representan que la participación en la flotilla es una violación de la legislación israelí y es susceptible de llevar a sus participantes a que se les niegue la entrada en el Estado de Israel por diez años, a la confiscación de su equipo y sanciones adicionales”.

La Asociación de la Prensa Extranjera en Israel (FPA) ya ha criticada lo que considera una amenaza que envía “un escalofriante mensaje a los medios de comunicación internacionales y genera serios interrogantes sobre el compromiso de Israel con la libertad de prensa”.

Por su lado la Asociación de Periodistas de Jerusalén recuerda que los periodistas “no son activistas y los países democráticos deben dejarles hacer su trabajo (…) Las amenazas ponen a Israel a la altura de regímenes que reprimen la libertad de prensa”, agrega.

También el abogado Oded Feler, de la Asociación de Derechos Humanos de Israel, ha enviado una carta a la oficina de prensa en la que subraya que los periodistas, “por naturaleza, no participan en actividades, sino que las cubren”.