La Televisión Municipal de Granada no es de los políticos

La Televisión Municipal de Granada no es de los políticos

El SPA lamenta y condena las palabras de Cristina García Carmona, su ex directora, y reclama medidas de control democrático para TG7​

El Sindicato de Periodistas de Andalucía expresa su indignación y estupefacción tras conocer las palabras de la ex directora de la televisión municipal de Granada, Cristina García Carmona, dirigidas a sus trabajadores, conocidas ahora y divulgadas por diversos medios en las que aseguraba que la televisión pública “está para decir lo que digan los políticos y lo que los políticos quieran que digas”. Además, se le puede escuchar también decir que “todas las televisiones públicas del mundo existen por lo mismo, eso no es una cosa descubierta ahora”.
La gravedad de estas palabras es tal que desacreditan a quien las pronuncia pero queremos llamar la atención sobre ellas porque, detrás de las mismas, hay una concepción de la televisión pública que choca contra cualquier valor democrático. Quien así habla no merece trabajar en un medio público y desde luego no merece ser considerado parte de una profesión que, a pesar de los pesares, es mucho más digna que todo eso.. Detrás de estas palabras hay un modo de actuar a lo largo de una gestión que, además, ha sido desastrosa en lo económico con una deuda de más de 450.000 euros y una televisión que actualmente se encuentra en servicios mínimos y con más del 90% de la plantilla en la calle esperando una nueva licitación.
La imprescindible democratización de este medio debe pasar según el Sindicato de Periodistas de Andalucía por la creación de un consejo de participación ciudadana, un consejo de redacción y un defensor del telespectador para garantizar la transparencia en la información ofrecida así como la pluralidad y la exactitud de los contenidos.
La ex directora de la televisión municipal fue destituida de su cargo el pasado mes de septiembre pero recolocada de manera automática en el área de Bienestar Social encargada de prensa. Lejos de sancionar este tipo de conductas, el concejal responsable de la televisión en aquel momento, y concejal de Personal del Ayuntamiento de Granada, Juan Antonio Fuentes, le premió con este nuevo destino. Esto no evidencia más que el dirigismo político que se ha vivido en TG7, convertida en un instrumento de manipulación informativa de la manera más burda posible, algo que se sostuvo con amenazas a los trabajadores con la pérdida de sus puestos de trabajo.
Tan graves como estas afirmaciones de la ex directora son los castigos colectivos y amenazas que infligía a los trabajadores como también se han podido demostrar a través de unos audios publicados. Todo esto, sumado, no hace más que demostrar que la televisión pública de los granadinos ha estado en las peores manos posibles a pesar de la gran profesionalidad de sus trabajadores, que han sido los principales perjudicados y han sufrido en primera persona la arbitrariedad de quien así concibe los medios públicos.