La iniciativa, fruto del 1ª encuentro celebrado en Compostela, buscará respuestas coordinadas a la manipulación informativa, la privatización o la imposición de procesos de digitalización
Los comités de empresa de los medios públicos de comunicación de Galicia, Asturias, Euskadi, Catalunya, Andalucía, Madrid, Illes Balears, Extremadura y Castilla La Mancha acordaron este sábado en Santiago de Compostela, en el marco del 1ª Encuentro de comités de medios públicos organizado por la representación sindical da la CRTVG, la creación de una alianza estratégica para defender conjuntamente los medios públicos de comunicación, que consideran amenazados y fundamentales en democracia. Al encuentro ha asistido una representación del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA), que forma parte del comité intercentros de Canal Sur.
Injerencia política
La alianza solidaria, que denominarán “RTVs Públicas en Lucha”, surge después de certificar, gracias al intercambio de información y experiencias que propició el encuentro, la existencia de problemas semejantes en todas las empresas de comunicación que obedecen a amenazas comunes: la injerencia política en las estructuras y las redacciones para el control partidista de la información y una concepción capitalista de la gestión de lo público que promueve privatizaciones o externalizaciones injustificadas de casi todas las parrillas de programación , así como la implementación de procesos de digitalización o renovación tecnológica salvajes que vulneran el derecho a la seguridad y la salud de las personas trabajadoras.
Privatizaciones
Durante las dos jornadas de reunión, los y las representantes de los distintos comités de empresa autonómicos pudieron constatar el avanzado estado de los procesos de privatización en cada medio, sólo excepcionados en la radiotelevisión pública balear, donde están ejecutando, y con esperanzadores resultados, justamente el camino inverso, apostando por la internalización de producciones y servicios que antes habían sido privatizados. La intencionada y progresiva reducción de las plantillas ha sido la principal excusa argumentada por las diferentes direcciones para justificar una externalización que en muchos casos ha incrementado el gasto y menguado la calidad.
Manipulación
También pudieron certificar las distintas representaciones sindicales que la manipulación informativa es una lacra común a todos los medios públicos, si bien desde el comité de RTPA aseguran que, por el momento, ejercen su labor con libertad. La existencia de herramientas formales en algunos medios para combatir esta mala praxis -que merecería en opinión de los comités un reproche penal- resulta útil tanto para disuadir como para amparar a los profesionales de la información, pero no infalible, acordaron todos los presentes.
Vertebrar territorio
Otra de las cuestiones que trataron los comités reunidos fue la organización territorial de cada empresa pública autonómica. Aquí se detectaron mayores diferencias, derivadas, tanto de la mayor o menor apuesta por la implantación o presencia territorial, como por los distintos grados de desmantelamiento de centros de trabajo o delegaciones que todas las presentes consideraron, en cambio, una de las principales fortalezas estratégicas que debían atender y mimar los medios públicos para vertebrar el territorio y cumplir con las misiones de proteger las diferentes lenguas e identidades del estado.
Imposición de tareas
Con respecto a los procesos de digitalización, abordados también en profundidad, aunque se constataron distintas velocidades y grados de desarrollo en cada empresa, tuvieron y aún tienen en común la imposición de nuevas tareas y funciones que dispararon de forma exponencial los riesgos psicosociales sobre las plantillas, sometidas a un estrés derivado de una multitarea o polivalencia inasumible, más grave en todos los casos cuanto más pequeño el centro de trabajo. En la actualidad, en la mayoría de medios públicos, las descripciones de las categorías profesionales que recogen los convenios colectivos están obsoletas y no se corresponden ni con la realidad funcional presente ni con la demanda que imponen los importantes retos de futuro.
