Cuando un jefe insulta a un empleado es despido procedente, aunque sea un hecho aislado

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Cuando un jefe insulta a un empleado es despido procedente, aunque sea un hecho aislado

SPAHace dos años, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJ de Cataluña 10.02.09) dictaminó que llamar “hijo de puta” a un jefe no es motivo de despido disciplinario. Pero si un jefe hace algo similar y llama “niñata de mierda” a un empleado (aunque sea en un momento muy puntual) sí lo es, y puede dar lugar a despido procedente. Así lo establece una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJ de Canarias, 15.04.11). La diferencia entre un caso y otro -establece el alto tribunal canario- es que no es lo mismo que insulte un empleado a su jefe que al contrario, ya que el jefe está obligado por la jerarquía que le confiere su cargo a ser respetuoso y por tanto debe cuidar las formas con sus empleados.

Los hechos objeto de litigio tuvieron lugar cuando una empresa despidió disciplinariamente a la responsable de un centro de trabajo por insultar a una de las trabajadoras a su cargo, a la que había dicho “tú no eres nadie para decirme…. Eres una niñata de mierda. Me dan ganas de pegarte dos tortas”. Conocidos los hechos por la dirección de la empresa, ésta decidió despedirla disciplinariamente por falta “muy grave”, por haber faltado el respeto a trabajadores de la empresa y haber utilizado su posición como responsable para increpar a una subordinada.

La despedida recurrió a los tribunales y el juzgado de lo social falló a su favor, pero la sentencia fue luego revocada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, por entender que para que una conducta de este tipo sea sancionable no es necesario que sea reiterada, es suficiente con que se trate de una ofensa aislada si ésta es lo suficientemente grave.

Fundamenta el alto tribunal la sentencia en la necesidad del “mutuo respeto que han de mantener las personas que convivan por razón de la relación laboral”. En este sentido -señala- el jefe está obligado a “mantener el respeto” y su jerarquía le impide mantener este tipo de conductas con una empleada. Por lo tanto establece que el despido es procedente.

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