La conmemoración del Día Internacional del Trabajo, el 1 de mayo, y el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo, llegan otro año más con el continuo agravamiento de la precariedad laboral de la clase trabajadora en general y de los/las periodistas en particular. Llegan, también, con alarmantes retrocesos en libertades democráticas básicas como la de expresión y la de información. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) lamenta la degradación aparentemente sin freno de las condiciones laborales y profesionales de los y las periodistas, que repercute de manera negativa, inevitablemente, en la calidad de la información que se ofrece a la ciudadanía.
Durante los últimos 12 meses han continuado los despidos de periodistas, y ha tenido un triste protagonismo uno de los grupos empresariales más importantes del sector, el Grupo Zeta, que ha aplicado Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de desmesuradas dimensiones en Sport y El Periódico de Catalunya y ha cerrado las cabeceras históricas Tiempo e Interviú.
La FeSP también denuncia que se sigue manteniendo una de las injusticias más ignominiosas en el sector: la desprotección social del colectivo cada vez más numeroso de los/las periodistas a la pieza y freelances, que son las principales víctimas de la desregulación laboral del sector. Este hecho se convierte en insultante si se compara su situación en España con la que tienen en países de nuestro entorno como Francia, Italia, Portugal y otros.
Por este motivo, la Junta Ejecutiva Federal de la FeSP ha decidido convertir esta grave situación en el eje principal de su IV Congreso, que se celebrará el día 5 de mayo en Madrid con el lema Del ‘Precariodismo’ al ‘PerioDigno’. En ese encuentro, la FeSP va a proponer medidas urgentes a aplicar para dignificar las condiciones laborales de ese colectivo, actualmente absolutamente desprotegido y sin ninguna cobertura social. El Gobierno debe poner freno a los abusos de la mayoría de las empresas de comunicación y acabar con uno de los atropellos más miserables a la clase trabajadora. La FeSP comparte con el resto de sindicatos y otros colectivos la necesidad de derogar la reforma del mercado laboral, una normativa legal que ha servido para incrementar la precariedad laboral y la desigualdad que existe en España.
De manera paralela a la precariedad laboral, los y las profesionales de la información, como el conjunto de la ciudadanía, también están padeciendo una grave precariedad democrática. Esto se manifiesta por el mantenimiento de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, y las reformas del Código Penal, normas aprobadas con los únicos votos del PP y que han provocado una involución en derechos y libertades de la ciudadanía. El resultado ha sido un estratosférico aumento de las sanciones y condenas, vulnerando libertades básicas como la de expresión, información y, en ocasiones, incluso la de reunión.
La Federación de Sindicatos de Periodistas se ve obligada a insistir en algo que ya pidió en la conmemoración de estos días hace un año: reiteramos el llamamiento a los partidos políticos, que se comprometieron durante la campaña electoral a derogar la Ley Mordaza, a que agilicen la tramitación parlamentaria de ese cambio en la legislación si quieren cumplir la palabra que dieron a la ciudadanía. La FeSP muestra su solidaridad a los cerca de 400 sindicalistas que han sido condenados o están imputados por manifestarse, por formar parte de piquetes informativos en huelgas o por defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
La FeSP sigue constatando la grave situación de Radiotelevisión Española, cuya parcialidad y dependencia del Gobierno del PP es un hecho que han denunciado distintas organizaciones internacionales y los órganos representativos de la plantilla. La última maniobra del Grupo Parlamentario del PP en el Congreso, para retrasar la puesta en marcha del concurso público previsto en la ley para renovar la cúpula de RTVE, es una muestra más de la falta de respeto de ese partido hacia los profesionales de la Corporación y de que quiere seguir controlando y manipulando la radiotelevisión pública.
Este 1 y 3 de mayo llegan también después de las extraordinarias movilizaciones vividas en muchas ciudades de España el pasado 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, y de las protagonizadas por los pensionistas contra la política del Gobierno en materia de pensiones. La FeSP ha apoyado esas manifestaciones, porque comparte sus objetivos, y se solidariza con sus reivindicaciones. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres, el techo de cristal que la mujer periodista vive en la mayoría de medios de comunicación y la invisibilidad o la distorsión de su imagen en los contenidos de los medios empobrecen la calidad de la información y, por lo tanto, perjudican al conjunto de la sociedad. Al mismo tiempo, la FeSP recuerda que los y las periodistas a la pieza son un colectivo con mayoría de mujeres, por lo que su falta de regulación y de protección social contribuye a la discriminación de las mujeres periodistas y a ahondar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
La FeSP también apoya la batalla por unas pensiones dignas cuando la vida laboral llega a su fin. La Constitución obliga a los poderes públicos a garantizar unos ingresos suficientes a las personas de la tercera edad, para que puedan llevar una vida digna. El paro está castigando a todas las franjas de la profesión periodística y las personas con más de 55 años no son una excepción. Es imprescindible garantizar un sistema público de pensiones dignas que no deje a nadie por el camino.
Junta Ejecutiva Federal de la FeSP |