El coronavirus fomenta el “precariodismo” y castiga el “periodigno”

El coronavirus fomenta el “precariodismo” y castiga el “periodigno”

Ante los efectos de la pandemia, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) pide medidas urgentes para garantizar el derecho a la información de la ciudadanía y unas condiciones laborales dignas para los y las profesionales, especialmente los que trabajan a la pieza o ‘freelances’
La conmemoración del Día Internacional del Trabajo, el 1 de mayo, y el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo, llega este año en plena crisis sanitaria producida por la pandemia del coronavirus. Las graves consecuencias sanitarias, sociales, laborales y económicas que está provocando en el conjunto de la ciudadanía, también en el mundo de la comunicación, son ya muy conocidas y debemos ahora mirar hacia adelante y hacer propuestas de futuro. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) ha denunciado cómo se ha degradado la situación laboral de la profesión por los muchos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que han presentado las empresas, y que quien más lo ha pagado ha sido el colectivo de periodistas a la pieza y freelances, porque en España no tiene ninguna protección social.

Son pocas las empresas de comunicación que no han promovido un ERTE. En un sector que ya salió muy malparado de la crisis económica de 2008, los ERTE aplicados suponen un mazazo. La FeSP solicitó en marzo, al inicio de la pandemia, un plan de ayudas urgente para los medios de comunicación. Desde el Gobierno y las administraciones públicas no se cansaron de afirmar que la información es imprescindible en estos tiempos de pandemia. Pero si esta proclama es sincera y no es un brindis al sol, debe traducirse en medidas concretas para todos los medios de comunicación –grandes y pequeños, con y sin ánimo de lucro y comunitarios–, que les permita desarrollar su trabajo con la máxima normalidad posible y en las condiciones de seguridad sanitaria establecidas. Esas ayudas deben estar condicionadas a que las empresas mantengan todos los puestos de trabajo.

El colectivo más perjudicado por esta crisis en el ámbito de la información es el de los y las periodistas a la pieza y freelances. La FeSP lleva batallando desde su creación por la regulación de este sector, en la línea de países de nuestro entorno. En ellos, los y las periodistas a la pieza disponen de cobertura social en función del volumen de sus ingresos. Por eso, cuando llegan momentos de crisis están protegidos y no quedan a la intemperie más absoluta, como les ocurre ahora aquí. Hay personas en este colectivo cuyos ingresos no les llegan ni siquiera para pagar con normalidad la cuota de la Seguridad Social. Ahora, debido a la pandemia, muchos de ellos han visto muy reducidos los encargos de trabajos por parte de los medios, o incluso han prescindido por completo de su colaboración. Esta situación ha significado graves problemas de supervivencia en muchos casos, máxime en un colectivo al que muchos medios pagan cantidades escandalosamente ridículas por sus trabajos. Para resolver esta situación, la FeSP exige la aprobación con la máxima urgencia de una Ley de Derechos Laborales del Periodismo, que incluya a los y las periodistas a la pieza y freelances.

Durante estas semanas de crisis hemos visto demasiados episodios informativos en los que se han ignorado los códigos deontológicos, que muchos dicen respetar pero que no cumplen con el rigor que exige el derecho a la información de la ciudadanía. Esto ocurre porque, a diferencia de otros países europeos, en España no está regulado un derecho humano y constitucional como es el derecho a la información de la ciudadanía. Por ello, la FeSP considera cada vez más inaplazable que el Gobierno ponga fin a esta anomalía, que esa Europa a la que se está pidiendo ayuda tiene resuelto desde hace años. No es una petición corporativa. La información es un derecho de la ciudadanía esencial en democracia –como la sanidad o la educación, entre otros–, y como tal debe ser tratado y regulado por ley. No pertenece ni a los periodistas ni a los empresarios de los medios de comunicación ni a los políticos sino a la ciudadanía, que debe exigirlo para que se cumpla plenamente.

En la conmemoración de este 1 y 3 de mayo, la Federación de Sindicatos de Periodistas no quiere olvidarse de otras cuestiones que afectan a la libertad de prensa y al derecho a la información de la ciudadanía. Una vez más, insistimos en la necesidad de derogar la llamada Ley Mordaza, que limita gravemente esos derechos. Tanto el PSOE y Unidas Podemos como los partidos políticos que apoyaron este Gobierno progresista de coalición asumieron desde la oposición el compromiso de derogarla, pero todavía no lo han hecho. Y es una medida democráticamente imprescindible, como lo han señalado distintas organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos y Naciones Unidas. En el ámbito internacional, en este 1 y 3 de mayo desde la FeSP también reiteramos, una vez más, nuestra exigencia de libertad inmediata para el fundador de Wikileaks, Julian Assange, injustamente perseguido por hacer uso del derecho a la información en relación a cuestiones que destacan actuaciones como mínimo irregulares de distintos gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos.

Igualmente hay que recordar las movilizaciones feministas a favor de una igualdad real y contra las estructuras patriarcales que también se dan en las redacciones de los medios. La FeSP se suma a la lucha feminista contra las desigualdades que sufren las mujeres en el trabajo, tanto en los salarios como en la contratación o promoción profesional, así como contra el machismo que perdura en muchas informaciones o el ciberacoso que sufren en un porcentaje altísimo las compañeras periodistas. Todo ello forma parte de la misma lucha de este 1 y 3 de mayo. La precariedad laboral y profesional impide que desde los medios se pueda ofrecer a la ciudadanía un periodismo digno, periodismo difícil de ejercer cuando las empresas siguen firmando contratos precarios a profesionales que, en una gran mayoría con rostro de mujer, ejercen como periodistas a la pieza, colaboradores o freelances.

La Federación de Sindicatos de Periodistas expresa su solidaridad y apoyo a todas las personas y familias que están sufriendo los efectos de la pandemia y han perdido a seres queridos, entre ellos varios profesionales de la información. El sufrimiento de la ciudadanía no admite informaciones manipuladas, interesadas o partidistas, ni medias verdades, medias mentiras o directamente falsas. El derecho a la información es uno de los bienes más preciados en toda sociedad democrática. Si no se respeta este derecho, se somete a la ciudadanía a un estado de alarma informativa que hace aún más penoso el estado de alarma sanitario decretado para combatir el coronavirus.

Junta Ejecutiva Federal de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP)