– Es bochornoso que Canal Sur continúe desde hace tres años con un Director General en funciones y un Consejo de Administración caducado desde hace casi cuatro.
Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía y su sección sindical en la RTVA y CSRTV requerimos a los grupos políticos para que se sienten a negociar para alcanzar un pacto similar al que acaban de acordar en Radio Televisión Española para renovar el consejo de administración y al director general mediante concurso público. Una medida a estas alturas urgente y que permitirá salir actual situación de interinidad, con un consejo de administración caducado desde hace cuatro años y con un director general en funciones desde hace más de tres. Una situación bochornosa e insostenible que está impidiendo la renovación de la cúpula de Canal Sur, el impulso y el soplo de aire fresco que está necesitando nuestra mayor empresa de comunicación para modernizarse, continuar siendo competitiva en el mercado y cumplir la función de servicio público que tiene encomendada y que justificó su creación.
Si a nivel nacional los principales grupos políticos se han puesto de acuerdo (Psoe, Podemos y Ciudadanos, con abstención del PP) para elegir por consenso el consejo de administración y a su presidente, no es fácil entender qué nos hace diferentes en Andalucía para mantener bloqueada la renovación de dos órganos clave en el funcionamiento de nuestra mayor empresa pública de comunicación. En el caso del consejo de administración, convertido en un “cementerio de elefantes” de la política, no se corresponde a la actual mayoría parlamentaria, sino a la que salió de las elecciones autónomicas de 2008, cuando aún Ciudadanos y Podemos ni existían ni se les esperaba. Creemos que el consejo no sólo debería renovarse sino que además sus miembros deberían ser elegidos mediante concurso público por personas de reconocido prestigio del mundo de la comunicación, como dice la ley, y no en función de cuotas políticas como ocurre, traicionando con ello la letra y el espíritu de la la ley. También es necesario reducir notablemente su tamaño y su coste (más de un millón de euros al año). No puede ser que una televisión regional se mantenga con quince miembros en su consejo, cuando la estatal RTVE lo tiene reducido a nueve.
A vueltas con Juan y medio, o cuando la respuesta hizo más daño que el pecado
De especial relevancia estimamos lo ocurrido por Juan y Medio, no sólo por la patética broma en sí (ya han pedido disculpas desde el programa, la cadena y el director general, Joaquín Durán), sino porque el episodio, aparte de ponernos en la picota a Canal Sur a nivel nacional, ha evidenciado graves carencias. De todo este asunto nos caben dos conclusiones para tomar nota y de las que aprender: una, la ausencia de una respuesta protocolizada ante un episodio de crisis grave como el ocurrido, que afecta a la imagen de la cadena. Como consecuencia, ha dañado más la respuesta improvisada que el pecado original: el “ladran luego cabalgamos” es de una soberbia inaceptable como también es inadecuado que el director general, Joaquín Durán (que ha hecho bien pidiendo disculpas) interprete equivocadamente ante el Parlamento que las críticas forman parte de un episodio de linchamiento contra Canal Sur.
La segunda conclusión a tener en cuenta son las carencias en el terreno de la responsabilidad social como cadena pública. Canal Sur (aún sin duda con muchas cosas mejorar) es una empresa modélica en el tratamiento informativo de cuestiones sensibles. En el caso que nos ocupa, tiene libro de estilo, comisión de igualdad y formación para sus trabajadores en este terreno. Pero sólo en el ámbito de los informativos y los trabajadores de la casa. Y ausente, por lo ahora visto y comprobado, en los programas de la cadena elaborados por productoras externas.