El SPA lamenta el cierre de Onda Jaén y critica las declaraciones del alcalde sobre el uso político que podría haberle dado

El SPA lamenta el cierre de Onda Jaén y critica las declaraciones del alcalde sobre el uso político que podría haberle dado

El Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) lamenta el anuncio del alcalde de Jaén, Julio Millán (PSOE) del cierre de Onda Jaén, la radiotelevisión pública jiennense que ha ofrecido su servicio a la ciudadanía durante 18 años y cuyas instalaciones se vieron afectadas por un incendio el pasado mes de agosto. Durante tres meses, la plantilla compuesta por 45 trabajadores y trabajadoras se ha manifestado en numerosas ocasiones para reclamar la recuperación del servicio e incluso ha recogido firmas entre los usuarios para respaldar sus demandas.

El actual equipo de Gobierno en Jaén capital, formado por PSOE y Ciudadanos, ha explicado hoy en rueda de prensa que el gasto en personal de Onda Jaén asciende a 2,3 millones de euros al año, una cifra que el Ayuntamiento “no se puede permitir”. Sin embargo, es previsible que en este capítulo no se consiga ningún ahorro puesto que la plantilla tiene la consideración de personal laboral indefinido por lo que el supuesto gasto en salarios se mantendrá al recolocarla en otros servicios municipales y las arcas públicas sólo podrán reducir el coste de funcionamiento, perdiendo en cambio un medio de comunicación público que es patrimonio de todos los jiennenses. Frente a esta realidad, desde el Sindicato de Periodistas se considera una excusa el cierre definitivo de un servicio público que desaparece para mermar el derecho a la información de la ciudadanía mientras los responsables municipales no dejan la puerta abierta a ninguna opción para recuperar Onda Jaén.

Por otra parte, el Sindicato de Periodistas de Andalucía considera muy desafortunadas las declaraciones del primer edil al afirmar ante los periodistas que “podría haber optado por mantener una televisión como los anteriores gobiernos para la mayor gloria del equipo de gobierno de turno”. Estas manifestaciones sólo se entienden desde la perspectiva de quien desconoce la obligación de respetar la imparcialidad de los profesionales de los medios de comunicación y el derecho a la información de la ciudadanía. Los medios de comunicación públicos no son altavoces de opciones políticas sino espacios de información plurales que deben ser gestionados por profesionales. Entenderlos como propiedad de los partidos políticos ha sido y continúa siendo, en muchos casos, una mala práctica que hay que desterrar.