Gervasio Sánchez: “La mayoría de la gente que sufre las guerras ignora por qué su país está en guerra”

Gervasio Sánchez: “La mayoría de la gente que sufre las guerras ignora por qué su país está en guerra”

El fotoperiodista cordobés inaugura el Seminario de Periodismo en Zonas de Conflicto, puesto en marcha por la Universidad de Córdoba en colaboración con el SPA

Las guerras ponen de manifiesto lo peor del ser humano, constituyen un gran negocio para muchos, y son un poco negro informativo, donde prevalece la censura y el control de la información. Y hay siempre una constante: las consecuencias siempre las pagan los mismos, el pueblo, la gente de a pie. Son quienes las sufren y sin embargo en su inmensa mayoría ignoran las causas de por qué su país está en guerra. Así resume el fotoperiodista cordobés Gervasio Sánchez su experiencia en los conflictos armados desde hace cuatro décadas, en la conferencia inaugural del Seminario Permanente sobre Periodismo en Zonas de Conflicto, el pasado 13 de abril. Un seminario que ha puesto en marcha la Universidad de Córdoba (UCO) a través de la Cátedra UNESCO de Resolución de Conflictos, en colaboración con el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) como extensión del Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado.

La guerra como negocio

En su intervención, que ha tenido lugar en el salón de actos del Rectorado de la UCO en un formato de charla-entrevista a cargo del director de la Cátedra, Manuel Torres, Gervasio se refirió a la crueldad de la guerra: “antes, como ahora, las guerras se dirimen en la lucha cuerpo a cuerpo, son iguales en el antiguo Egipto, El Congo o en Ucrania, se combate igual que en la Primera o la Segunda Guerra Mundial”. “Mientras -añade- a miles de kilómetros hay gente haciendo negocio con los conflictos bélicos. La guerra da muchos dividendos y la reconstrucción posterior también. El negocio de la guerra se mantiene por tiempos inmemoriales”. Y mientras tanto -señala- los que mueren, los amputados, los que sufren efectos traumáticos, no saben por qué. Siento que cuanto más cerca estoy de las víctimas, más cerca estoy de la verdad.  

El control de la información

El fotoperiodista cordobés se refirió también al conflicto de Ucrania y el control de la información: “hoy es más fácil comunicar y por eso hay más censura y un intento a toda costa de controlar la información” “Es más fácil -añade- informar desde Irak o desde Chile con la dictadura de Pinochet que ahora del conflicto de Ucrania. Es muy complicado informar desde el lado ruso –lo que llega es propaganda y bazofia-, pero también es muy difícil hacerlo desde Ucrania: “Intentan por todos los medios evitar que los periodistas estén presentes en zonas que no interesa, ahora es muy difícil y muy complicado trabajar”. Y es que para informar, asevera, “debemos tener la suficiente capacidad crítica y analizar la información que nos llega, y saber discernir la propaganda de lo que es realmente fiable”.

Racismo con los refugiados

La guerra ha contribuido también a poner a nuestra sociedad ante el espejo y a mostrar el racismo, más extendido de lo que nos parece: “Antes de la guerra de Ucrania los inmigrantes eran golpeados salvajemente en la frontera de Polonia y luego en el resto de países, pero a los refugiados ucranianos los hemos recibido con los brazos abiertos, a diferencia de los refugiados sirios o del África subsahariana, y muchos de ellos -los ucranianos que vinieron refugiados- no estaban ni siquiera en la zona de guerra”.

La guerra como espectáculo

También se da, explicó Gervasio, el periodismo como espectáculo. “Hay una nueva generación de periodistas que les gusta el espectáculo, aunque a veces se van allí e informan desde 20 kilómetros. Están a muchos kilómetros del frente y lo hacen como si estuvieran en primera línea. Son coberturas muy flojas, hay que estar en los sitios, para mi el ejemplo fue Mónica Bernabé en Afganistán. Cuando se habían ido todos los medios, El Mundo fue el único medio que estaba informando gracias a que ella permaneció allí. Ahora con motivo del aniversario han ido muchos presentadores a hacer programas y a informar desde allí. Eso no es cubrir la guerra. Veo que hay necesidad de espectáculo y muchas estrellitas. Todo eso cuesta una pasta, que se podía dedicar a pagar mejor las crónicas a los corresponsales, que salvo excepciones están muy mal pagados”.

De izquierda a derecha: Manuel Torres, director de la ´Cátedra UNESCO de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba y Gervasio Sánchez, fotoperiodista cordobés

“En Periodismo, como en todos los sitios, hay mucha gente tramposa, y otros que mienten. A esta gente hay que desenmascararla y debería estar expulsada de la profesión”. Gervasio también se muestra muy critico con el periodismo que hacemos en España: “A veces, cuando vuelvo, parece que no me hubiera ido. Se sigue hablando de las mismas cosas, y hay otras cosas que no se tocan, porque no interesan”, concluye.