Una nueva censura

Una nueva censura

La demanda presentada por la inmobiliaria Aifos en los juzgados malagueños contra la revista El Observador ha puesto de manifiesto una vez más los nuévos métodos de presión y censura que se están empleando en nuestros días para coartar la libertad de información de los medios de comunicación españoles. La demanda presentada por la inmobiliaria Aifos en los juzgados malagueños contra la revista El Observador ha puesto de manifiesto una vez más los nuévos métodos de presión y censura que se están empleando en nuestros días para coartar la libertad de información de los medios de comunicación españoles.

Como es sabido, la citada inmobiliaria reclama a dicha revista y a su director, Fernando Rivas, la cantidad de 20.000 euros para compensar el honor dañado por las informaciones que ha venido publicando El Observador sobre denuncias de clientes en relación con presuntas irregularidades cometidas por la empresa.

En este, como en otros casos, no se cuestiona la veracidad de lo publicado, por lo que la defensa del honor se convierte en una nueva “espada de Damocles” que atenaza a los medios, ya que las reclamaciones económicas ponen el peligro la supervivencia y causan un daño irreparable aún en el caso de que en última instancia los tribunales quitaran la razón al demandante.

El Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) no duda de que las informaciones no veraces han de ser indefendibles, pero en el caso de El Observador los trabajadores hemos de condenar la utilización de mecanismos judiciales vigentes bajo los que se enmascare un nuevo método de censura que ponga en peligro otros derechos fundamentales de los ciudadanos e, indirectamente, los puestos de trabajo de los profesionales de la información.

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