Corregir los déficits laborales, objetivo de la profesión

Corregir los déficits laborales, objetivo de la profesión

Las ponencias de la mesa profesional incidieron en la necesidad de llenar el vacío legal que existe en el periodismo y en la importancia de la ética y de mejoras laborales para garantizar la veracidad y la imparcialidad de la información

La mesa profesional contó con la intervención, en calidad de ponentes, de Enric Bastardes (secretario general de la FeSP), Miguel Nieto (decano de la Facultad de Comunicación de Sevilla) y Manuel Núñez Encabo (redactor y ponente del Código Deontológico Europeo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid). En esta mesa intervinieron también Agustín Yanel, miembro de la ejecutiva del SPM, y Sol Rincón, integrante de la ejecutiva de la UPCC. Francisco Terrón (miembro de la ejecutiva del SPA) y Pedro González (secretario general del SPA Málaga) fueron los ponentes de la mesa.

Derecho de los ciudadanos

La información no es una mercancía; y el derecho a ésta es uno de los fundamentales que los ciudadanos y los profesionales del periodismo deben exigir para evitar que las empresas propietarias de los medios de comunicación la utilicen a su antojo con el fin de crear opiniones uniformes.

Miguel Nieto fue el encargado de desarrollar la ponencia, en la que insistió en la importancia de tener una formación académica sólida: “No hay profesión de prestigio que no lleve detrás unos estudios universitarios. Debe existir un acuerdo entre la profesión y la formación académica por la dignificación del trabajo del periodista y la integración en el mundo profesional”. Según afirmó, en la actualidad nos encontramos con una realidad paradójica en la que “el esfuerzo de formación de los profesionales choca con la falta de esfuerzo de las empresas por la integración y los derechos de los profesionales”.

En cuanto a la veracidad de las informaciones, Nieto cree necesario que el profesional de la información “tienda a notario”, en el sentido de asegurar que la información que recibe es veraz. Para ello hace falta una preparación intelectual adecuada que se obtiene en las universidades. Es obligación del periodista dar voz a la pluralidad de la sociedad, sin caer en la arrogancia y sin enjuiciar la información.

Sin embargo, todavía hay mucho camino que recorrer y se impone la necesidad de una Ley de Derechos Laborales y de un Código Deontológico, que regulen y pongan un poco de orden en este caos que gobierna la profesión en la actualidad.

Regulación legislativa

Enric Bastardes, secretario general de la FeSP, habló de la necesidad de una regulación legislativa. Según Bastardes, las bases de una regulación sólida pasan por la aprobación de unos estatutos profesionales, la corrección de los déficits laborales y la democratización de los medios de comunicación. También considera necesaria una autorregulación por parte de las empresas informativas. En este sentido, el gran problema con el que nos encontramos es que las propias empresas desconocen el medio y el Código de Deontología Profesional y malinterpretan sus puntos.

En este contexto, los sindicatos luchan por un marco regulador legislativo que imponga una serie de derechos y obligaciones para los periodistas. Prueba de ello ha sido la elaboración del Estatuto del Periodista Profesional (propuesta de ley de derechos laborales de los periodistas) por parte de los propios sindicatos de periodistas, presentada por IU para su aprobación en el Congreso y rechazada durante la anterior legislatura por el PP.

A pesar de ello, políticamente parece que las condiciones son óptimas para una regulación adecuada, puesto que es de esperar que el PSOE, conocedor de las consecuencias que ha acarreado esta carencia durante el gobierno del PP, apoye la iniciativa de los sindicatos de periodistas dando a los ciudadanos españoles, a su vez, la satisfacción de sentirse escuchados tras ese avance cualitativo que supusieron las manifestaciones tras el 11M.

XI aniversario del Código Europeo de Deontología

Manuel Núñez Encabo, redactor del Código Europeo de Deontología del Periodismo aprobado hace once años, afirmó que, “según el Código Europeo, los códigos deontológicos deberían denominarse del periodismo o de los medios de comunicación y no del periodismo”.

Otra novedad es consecuencia directa del anterior razonamiento: “Los códigos deontológicos del periodismo no deben constituir meramente un catálogo de los deberes del periodista, sino también de todos aquellos que desde el interior de las empresas informativas, los propios empresarios, o incluso desde el exterior pueden condicionar el resultado final del ejercicio de la profesión periodística”.

Esos deberes consisten en la emisión de noticias veraces y opiniones plurales y éticas. Por ello se indica tajantemente que “es necesario garantizar la libertad de los medios de comunicación hacia el exterior, pero también la libertad de los medios en su interior”.

Núñez Encabo expuso asimismo el peligro que corre el oficio de periodista con la llegada de internet y las nuevas tecnologías. La tendencia actual está conduciendo a cada medio de comunicación hacia el camino del monopolio informativo donde se reproducen los mismos contenidos en diferentes formatos sin ningún tipo de control, lo que lleva consigo la desaparición del concepto de periodista como profesional de la información, reduciéndose a un mero asalariado temporal.